Un chico de una escuela rural de Mendoza fue elegido como el mejor estudiante del país
En un concurso organizado por el Rotary Club Posadas, de Misiones, ganó en la categoría Primarias de la Argentina. A su pedido viajaron con él sus amigos de la escuela Quiroga.
Atilio Daniel Hernández tiene 12 años y vive entre viñedos, en La Paz. Es alumno de 7º grado de la escuela rural de Villa Antigua Juana de Jesús Aguirre de Quiroga y en su curso sólo tiene dos puñados de compañeros. Apenas son 10. Podría suponerse que la infancia de Atilio, su ambiente, su contexto, es sencillo, parsimonioso. Pero esto no le ha impedido ser el mejor promedio de Nivel Primario del país. Así dice la distinción que esta semana le dieron en Misiones y cuyo certificado se lo entregó en mano el gobernador de esa provincia, Hugo Passalaqcua.
Este sería un mérito suficiente para el niño, pero hay más. Por deseo suyo, junto con él viajaron a recibir el premio todos sus compañeros.
Y también hay un mérito familiar. Sus dos hermanas mayores también fueron abanderadas, como él.
Daniel Hernández es el padre de Atilio. Tiene 42 años, es profesor de Sociología pero ejerce como preceptor y es un pequeño productor vitivinícola, que hace y vende vinos caseros. Él y su esposa, Nicolasa (34), son nacidos en La Paz y han vivido allí siempre. "Hace unos dos años empecé a mirar este tipo de concursos por internet. El año pasado, en setiembre, inscribí a Atilio y el 8 de enero nos avisaron que estaba entre los finalistas. En marzo nos avisaron que era el ganador", dijo.
Atilio fue vencedor en la categoría Primarias de la Argentina por su promedio 10 del concurso organizado por el Rotary Club Posadas. Además del diploma que certifica la distinción, le entregaron una computadora de escritorio, una impresora y banderas para su escuela.
Pero para el niño el premio principal fue que le cumplieran su deseo de poder viajar a Misiones con su familia, todos sus compañeros de grado, su maestra y la directora de su escuela.
"Fueron tres días intensos, donde pudimos visitar las Cataratas del Iguazú, las ruinas jesuíticas de San Ignacio y el Parque Temático de la Cruz de Santa Ana", contó su padre.
Lo cierto es que gran parte de la concreción del sueño del viaje en conjunto se dio gracias a las intensas gestiones que hizo Daniel y algunos renunciamientos que hizo la familia, ya que ellos tenían todos los gastos cubiertos y decidieron no hacer uso de algunos de esos beneficios para que pudiera viajar el resto.
"La verdad es que fue casi una hazaña. Golpeamos muchas puertas, hasta que lo conseguimos", narró el padre. Todo el grupo fue y volvió en avión y allá, además de estar en el acto de entrega del premio, pudieron pasear y conocer Misiones.
Regresaron el jueves al mediodía y ayer, después de tanto ajetreo, los chicos de 7º no tuvieron clases y pudieron descansar.
Se lo merecen.
Toca la guitarra, baila folclore e integra un ballet municipal
"Estoy contento, sí. Y un poco cansado", dijo ayer Atilio, que todavía no define totalmente su futuro, pero que imagina por momentos ser veterinario, por su amor a los animales.
Más allá del premio, está feliz por haber podido viajar con sus compañeros a Misiones y todavía un poco sorprendido por el revuelo que se armó en Mendoza con él y desde que llegó no hace otra cosa que atender llamados.
"Estoy feliz", dice. Y no es para menos. Con promedio 10, Atilio resultó el ganador, pero también hubo otros alumnos con igual promedio: Valentina Cabrera (Buenos Aires), Francisco Javier Sabá (Salta), Carolina Piceda (Chaco), Daniela Espinosa (Chubut) y Marcelo Luna (Salta). Un sorteo definió quién se llevaría los premios.
El certificado de reconocimiento lo recibió de manos del gobernador de Misiones, Hugo Passalaqcua, y el premio fue entregado por el presidente del Rotary Club Posadas, Jorge Aníbal Navarro Frick.
Las hermanas mayores de Atilio, Macarena (15) y Valentina (14), también fueron abanderadas en la misma escuela y Manuel (8) sigue los pasos.
"Son aplicados y estudiosos, pero también es cierto que la madre les insiste mucho con el estudio", reconoce el padre.
No es la única actividad del niño. También toca la guitarra, asiste a una escuela artística donde aprende a bailar folclore y malambo y forma parte del Ballet Municipal de Danzas Cacique Corocorto.
Una escuela centenaria
La escuela Nº1-181 Juana de Quiroga este año cumple un siglo. Está en la calle Mitre de la Villa Antigua de La Paz y es apadrinada por docentes jubilados mendocinos, que le dieron el nombre en honor a una emblemática maestra de la zona. Antes era la Escuela Nacional 92.
Su directora, Florencia Zapata, contó que actualmente hay una matrícula de 112 alumnos, que concurren al único turno de mañana, pero que tienen jornada extendida así que para algunos grados las clases duran hasta las 15.
De familia
"Atilio es muy curioso, pregunta mucho. Él dice que no estudia, pero evidentemente tiene mucha capacidad", dijo sobre el alumno, e indicó que "sus dos hermanas y su hermano menor también son muy buenos estudiantes. Tienen padres que están muy atentos a ellos y se preocupan mucho".
La docente destacó el gesto de Atilio de haber deseado que sus compañeros fueran al viaje con él.
"Se trabajó mucho para lograrlo y fue una gran alegría para los niños", relató.